miércoles, 16 de septiembre de 2015

CONOCE AL HOMBRE QUE PLANTO UN BOSQUE ÉL SOLO!

Se trata de una hazaña ecológica que nos llega desde La India, reseñada en varios blogs y medios de comunicación, contada en varias películas documentales, acerca de Jadav Payeng, que pasea satisfecho por la selva que ha ido construyendo él solo durante 36 años de su vida.
UNA TRAGEDIA ECOLÓGICA
Todo comenzó en 1979, cuando las inundaciones de ese año por la crecida del río Brahmaputra, obligó a refugiarse a una gran cantidad de serpientes en zonas altas y las dejó varadas en un enorme banco de arena. Cuando las aguas habían retrocedido, Payeng, con tan sólo 16 años, encontró el lugar repleto de reptiles muertos. 
Ese fue el punto de quiebre en su vida. "Las serpientes murieron de calor, sin ningún tipo de sombra arbórea. Me senté y lloré sobre sus cuerpos sin vida. Fue una carnicería" por la falta de sombra de arboles. Para el chico la experiencia resultó muy impactante. 
UNA CAUSA PERDIDA?
Jadav era un joven sensible a la naturaleza y los animales y no se quedó cruzado de brazos ante la tragedia. Se dirigió a las autoridades del estado de Assam para sugerirles que plantaran árboles allí. "Me respondieron que nada crecería en ese lugar, así que no invertirían ningún esfuerzo, ni presupuesto para una causa sin futuro, me dijeron que tratara de plantar bambú. Fue doloroso, pero lo hice. No había nadie que me ayudara. Nadie estaba interesado", declara Payeng.
Jadav Payeng regresó a su tierra devastada, pero en lugar de resignarse, tomó una decisión que cambiaría su vida y la de esa zona para siempre. Comenzó a enterrar semillas y trasplantar árboles de especies autóctonas en esa región arenosa y estéril, situada en las orillas del río Brahmaputra, ademas llevó al lugar grandes cantidades de hormigas rojas que ayudasen a reforzar el equilibrio ecológico de los suelos. Su intuición y conocimiento de la vida natural lo inspiró a recrear el ecosistema natural. 
LA SELVA QUE JADAV LE REGALA AL PLANETA
El bosque se llama Molai, según el apodo de Payeng. No solo su bosque cambió el paisaje local, creando un lugar de sombra para los animales y la gente, sino que también frenó la desaparición de la isla que iba disminuyéndose debido al flujo del agua en la arena. De aquella decisión juvenil, en solitario, surgió el verdor y la vida de un ecosistema en pleno desarrollo, hoy en día, el bosque Molai se extiende por una superficie del tamaño de más de 500 campos de fútbol (aproximadamente 550 hectáreas). Hoy en día este hermoso lugar es un refugio para numerosas especies, muchas de ellas en peligro de extinción, aves, ciervos, rinocerontes, tigres de Bengala que han tenido cachorros, elefantes y otras especies, que durante siglos han visto como su hábitat desaparece a causa de la falta de conciencia, la destrucción y la locura del hombre.
Resulta increíble que los funcionarios de esa zona se enteraran de la existencia de la nueva selva apenas en el año 2008. 

NUEVOS RETOS

Con su mujer y sus tres hijos, Payeng ahora de 51 años de edad vive en el bosque que él mismo plantó, allí crían vacas y venden la leche en la ciudad, pero ésta es sólo una parte de su misión. Ahora se ha puesto como objetivo, convertir otras 550 hectáreas de arenal en árboles y vegetación. 
“Me llevará otros treinta años pero soy bastante optimista”, dice en una entrevista a la prensa india.
"Me entristece mucho ver como la gente tala tantos árboles. Tenemos que proteger la naturaleza o todos pereceremos".
Con su mujer y sus tres hijos, Payeng ahora de 51 años de edad vive en el bosque que él mismo plantó, allí crían vacas y venden la leche en la ciudad, pero ésta es sólo una parte de su misión. Ahora se ha puesto como objetivo, convertir otras 550 hectáreas de arenal en árboles y vegetación. 
Aunque la misión de Payeng comenzó cuando era un adolescente, el resultado de su esfuerzo no solo ha transformado profundamente el paisaje, sino también la noción de lo que una simple persona puede hacer por mejorar el mundo. 
El logro insólito de Jadav Payeng, contado en varias películas documentales, asombró al mundo y es un ejemplo de cómo la humanidad puede crear vida en vez de apagarla, inspirando a muchos activistas medioambientales en todo el mundo a seguir con su pasión.
Jadav Payeng posee una capacidad de resiliencia a toda prueba, logró plasmar afuera el jardín interior que llevaba dentro, es un modelo de heroísmo silencioso para el mundo, cuya recompensa no son los honores públicos, ni las ganancias en dinero, sino el regocijo de dejar el mundo mejor de lo que lo encontró, esos son los seres indispensables de nuestro Planeta Vital.
La frase de Bertolt Bretch le cayó como anillo al dedo: "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida: esos son los imprescindibles". 
En el video William D McMaster muestra la historia de Jadav Payeng, y el bosque que ha creado en la isla de Majuli, al Noreste de la India. Esta isla, una de las mayores islas fluviales del mundo, está amenazada por la erosión y el cambio climático, y en menos de un siglo, ha perdido la mitad de su superficie. 

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